De nuevo saludo a todos los
seguidores que me habéis ido apoyando en cada entrada.
En la última dejamos a Alejandro
en la intervención que consistió en la colocación del estimulador del nervio
vago.
Pues bien he querido dejar pasar
un tiempo y que coincidiera esta nueva entrada con el aniversario de mi
inauguración en la red, cuando comencé a contaros el estado en que me
encontraba tras el éxito de la intervención y la actitud de mi hijo la noche
antes previa al ingreso.
En este año que ha pasado tengo
que decir, chillar y por qué no, hasta gritar alto, muy emocionada y agradecida
a tantas personas, que nuestras vidas han cambiado maravillosamente. Que esos
días tan duros, llenos de miedo que se acentuaba al llegar la noche... ese
deterioro físico que pasaba factura tras las numerosas crisis y que se
transformaban como ya os he dicho en agravamiento YA NO EXISTEN.
Puede parecer mentira e
increíble, pero os aseguro que es totalmente cierto, que desde el día de la
intervención, Alejandro no ha padecido ni una sola crisis. Se mantiene en la última
frecuencia que os comenté. Sus temblores son cada vez más inexistentes, su
comportamiento y carácter más tolerable. Está enfrentándose a muchos cambios de
sí mismo, que evidentemente debía haber descubierto antes, pero lo bonito es
que se está empezando a comportar como un niño, cada vez más cercano a su edad.
También ha conseguido mejorar su aprendizaje escolar y ha empezado a defenderse
en cosas cotidianas él solo. Sus noches son estupendas, duerme de un tirón y
disfruta de su habitación pernoctando solo en su camita. Es más, a veces
intento que duerma conmigo y no lo consigo. Esto me ha servido para usarlo como
castigo: el dormir conmigo y no solo en su cama...
El mensaje que quiero expresar es
sencillo. Todos aquellos que os veáis inmersos en un proceso de alguna
enfermedad ya sea propia, de un familiar, o hijo…Por favor, jamás perdáis la
ilusión, la positividad, la fuerza, por muy duro que sea el camino. Nada dura
para siempre, ni lo bueno, cuanto más, lo malo.
No hay que tirar nunca la toalla,
por muy agotados, derrotados e invadidos por el miedo y la desconfianza que
estemos. Siempre sale el sol... Yo, he tenido mil momentos en los que no sabía
ya que hacer. Pero siempre he tenido claro algo desde que lo escuche. Dejé de
buscar las respuestas de tantos ¿por qué? Me dedique a buscar la forma para que
mi hijo pudiera tener una calidad de vida y ser aún más feliz. La frase me la
dijo mi tía Mamen, madrina de mi hijo, en una conversación en que le exprese
mis miedos, mis angustias, mis tormentos. Y esta fue su respuesta: Meritxell,
Dios ofrece a estos niños especiales a aquellas personas que son también
especiales porque cuentan con fuerzas y coraje
para luchar por ellos... -y continuó diciéndome- no te hagas tantas preguntas y acepta que esta es tu misión.
Debo decir que me costó
entenderlo, sobre todo lo último. Pero a día de hoy y con los años, esa frase
me ha ayudado y me ha dado más fuerza. Mi vida ha girado los últimos 5 años
solamente alrededor de mi hijo. Y lo que más me satisface , es ver que después
de tanta lucha, lágrimas, diferentes hospitales, muchos viajes y mil cosas más
muy tristes, por fin, hemos comenzado a vivir sin miedo, y a disfrutar de todo
como se merece mi hijo. En esta vida todo llega, hay que perseverar, la lucha y la insistencia junto con otros valores,
jamás se deben perder.
Gracias por seguir este blog.
Espero que les haya agradado esta entrada puesto que es la más bonita de todas.
Aunque eso no quita que nuestra lucha continúe….