Mi hijo se llama Alejandro y en la actualidad
tiene 11 años. Tenía 19 años cuando di a luz en el Hospital de San Juan
(Alicante) a éste bebé que pesó 3.990 Kg –yo era una niña-. El embarazo y el
parto fueron normales. Las pruebas que se realizan a todos los recién nacidos
dieron también normales.
Tres días después del nacimiento nos
dan el alta. Nadie se había
preocupado que el bebé no hubiera
hecho ninguna deposición desde la expulsión del meconio en el parto. A los siete
días de vida el bebé seguía sin evacuar y comenzó a vomitar. Llegamos al
hospital –fue el primer ingreso de los innumerables que hemos tenido- le
pusieron varios enemas y a la mañana siguiente nos envían para casa con el
siguiente diagnóstico: estreñimiento. Tratamiento: dieta normal y control por
su pediatra.
Este ingreso me asustó muchísimo, yo
era una mamá muy joven.
Durante los siguientes diez meses,
mi hijo ingresó en el hospital, 20 veces más. Cada 15 días había que ayudarle a
expulsar toda la retención. Los síntomas también iban creciendo: fiebre,
vómitos severos, un malestar continuo, junto con una distensión de su abdomen
(ver foto). Pero nadie en el hospital parecía alarmarse.
Siempre nos atendían los mismos
facultativos desde Urgencias hasta en Planta. No daban importancia al cuadro
patológico de mi hijo. Era un niño con un estreñimiento crónico y yo una niña
histérica de 19 años.
Por fin llegó el día en que todo fue
diferente. Sobre las cuatro de la madrugada comenzó a vomitar en su cuna, de
nuevo apareció la fiebre. Sólo hacía 15 horas que habíamos salido del hospital
y ya comenzó a ponerse de nuevo malito. Volvimos al hospital y gracias a Dios
esa madrugada había una doctora nueva para nosotros, que decidió realizar
pruebas tan simples y determinantes como una radiografía y ecografía abdominal.
Recuerdo que siempre me decían que
no era necesario someter a un bebé a radiación por un simple estreñimiento…esta frase me marcó mucho.
Ante el estado que presentaba el
niño, hubo una gran movilización. Se llegó a contactar con el Hospital General
de Alicante a donde nos trasladaron urgentemente en ambulancia. Un equipo de
siete personas estaba esperando a mi hijo, lo que me indicó que no se trataba
de un simple estreñimiento como yo llevaba meses diciendo. Inmediatamente entró
en quirófano y a mí me dejaron con la siguiente frase: “No se preocupe vamos a
ver qué ocurre realmente y a estabilizar a su hijo”.
Le estabilizaron realizando una
desimpactación del fecaloma y así evitar que siguieran generándose infecciones,
sin embargo, Alejandro cada vez presentaba síntomas más graves y nos dieron un
nuevo diagnóstico: sospecha de la enfermedad
de Hirschsprung. Esta se confirma con los resultados anatomopatológicos lo
que lleva a realizarle una colostomía el día 9-9-2003, sólo habían pasado 10
días del diagnóstico.
Como
madre es decepcionante ver que desde la primera semana de vida tu hijo presenta estados no normales y ante
la opinión de los facultativos llegues a creer que es tu propia inmadurez la
que te hace desconfiar; pero yo no veía como lógico que cada día hubiera que
ponerle enemas, supositorios, ingresos constantes etc.…
La intervención y el postoperatorio
fueron un éxito, pero ahora tenía que enfrentarme a los cuidados especiales que
mi hijo requería, ¡con menos de un año ya era un paciente colostomizado!.
En el hospital me enseñaron como
hacerle las curas y la higuiene. Mi hermano Xabier con tan sólo siete años fue
capaz de ayudarme y entretenerlo en los sondajes de colostomía y curas, al
igual que mi madre. Al resto de la familia le era imposible ni siquiera
mirarlo.
Pese a todo, las cosas no mejoraron. Alejandro
no ganaba peso, requisito imprescindible para el aumento de sus defensas que
así le permitirían afrontar nuevas intervenciones quirúrgicas, ya que aparecía
exantema súbito, vírico, gastroenteritis agudas. Todo ello requería
hospitalizaciones para su control y mejoría y por supuesto para optar por otras
técnicas para colocar en la abertura de la colostomía, ya que los adhesivos de
las bolsas de deposición era imposible pegárselos por las irritaciones y
erupciones que tenía.
La
siguiente intervención llegaría el 7-7-2004. Consistía en el cierre de la
colostomía y realizar un descenso
abdomino-perineal según la técnica de Duhamel-Martin con 1 sola línea de sutura
mecánica.
La
verdad que fue muy duro por lo larga –cinco eternas horas- y delicada que es
esta intervención, pero todo salió perfectamente según los doctores. Alejandro
pasó tres días en la UCI Pediátrica y luego pasó a planta donde, pese a su
situación, empezó a ingerir alimentos con normalidad, por lo que le fue
retirada la vía parenteral. Poco después nos daban el alta.
Pero no todo quedó aquí, durante dos
años tuvo que haber un seguimiento en las consultas externas del Hospital de
Alicante y los controles necesarios para poder poner fin a ésta etapa de
nuestra vida.
Alejandro comenzaba por fin a ser un
niño normal ¡sin colostomía!
Durante
esta etapa hay muchas cosas que no quiero dejar olvidadas, una de ellas es la
capacidad de superación y la fuerza y ganas de aferrarse a la vida que tienen
los niños. Alejandro jamás perdió la sonrisa, nunca se quejó de dolor, siempre
aguantó todo y ni intentó arrancarse las bolsitas de la colostomía, algo que
hubiera sido lógico, ya que un bebé tiende a tocar todo y especialmente si es
algo extraño a su cuerpo. Fue mucho más duro y difícil para mí aceptar la
realidad de mi hijo, las continuas entradas y salidas del hospital y todo a lo
que te tienes que enfrentar en tan poco tiempo, pero eso me convirtió en una
madre madura y peleona, dispuesta a aprender todo los términos médicos por
complicados que fueran, sus efectos y consecuencias por difíciles que resultasen,
todo por ayudar a quien más me duele, porque es carne de mi carne y le quiero
como a nada en el mundo.
No puedo acabar este apartado sin
agradecer profundamente la profesionalidad y afectividad del equipo del
Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital General de Alicante y destacar a
dos de los profesionales que con su calidad y calidez humana amortiguaron el
sufrimiento de mi hijo en sus primeros meses de vida y le dieron una
oportunidad para empezar de nuevo.
En nombre de Alejandro y mío
GRACIAS:
Jefe
del Servicio: Dr. Néstor Garramone Trinchieri
Médico
Adjunto: Dra. Ana García Ceballos.
HOY EN DÍA SE DISPONE DE MUCHA MÁS INFORMACIÓN QUE HACE 11 AÑOS POR ESO APARTE DE LAS FOTOS OS PONDRÉ MAS ADELANTE EN UNA GALERÍA DE IMÁGENES OS FACILITO ESTOS ENLACES PARA QUE VEÁIS DE QUE SE TRATA EXACTAMENTE.
ADVERTENCIA SOBRE LAS IMÁGENES QUE PUEDEN VER A TRAVÉS DE ESTOS ENLACES PUEDEN HERIR LA SENSIBILIDAD DE ALGUNAS PERSONAS YA QUE SON IMÁGENES REALES.
http://www.youtube.com/watch?v=OsdD9jnBK0U (diagnostico y síntomas para la detención de la enfermedad de Hirschsprung)
http://www.youtube.com/watch?v=vfCbtSxyMyo (cuidados y manejo de colostomia)
http://www.youtube.com/watch?v=N8GhTsaL_tU (descenso abdomino-perineal segun la tecnica de Duhamel-Martin)
HOY EN DÍA SE DISPONE DE MUCHA MÁS INFORMACIÓN QUE HACE 11 AÑOS POR ESO APARTE DE LAS FOTOS OS PONDRÉ MAS ADELANTE EN UNA GALERÍA DE IMÁGENES OS FACILITO ESTOS ENLACES PARA QUE VEÁIS DE QUE SE TRATA EXACTAMENTE.
ADVERTENCIA SOBRE LAS IMÁGENES QUE PUEDEN VER A TRAVÉS DE ESTOS ENLACES PUEDEN HERIR LA SENSIBILIDAD DE ALGUNAS PERSONAS YA QUE SON IMÁGENES REALES.
http://www.youtube.com/watch?v=OsdD9jnBK0U (diagnostico y síntomas para la detención de la enfermedad de Hirschsprung)
http://www.youtube.com/watch?v=vfCbtSxyMyo (cuidados y manejo de colostomia)
http://www.youtube.com/watch?v=N8GhTsaL_tU (descenso abdomino-perineal segun la tecnica de Duhamel-Martin)
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